¿Qué es el terruño?

¿Y por qué es tan importante? Partiendo de la base de que la viña es un ser vivo plantado en una tierra, éste se nutre de los alimentos que le proporciona su entorno más directo. Vive y sufre antes de dar frutas que deberían de ser el reflejo del clima de una añada en particular.

En BELONDRADE siempre hemos sido conscientes de esa importancia, razón por la que las 23 parcelas que conforman nuestra finca ecológica Quinta San Diego responden a un carácter único.

En común tienen un clima continental, con escasas precipitaciones (entre 300 y 350 mm al año) que presenta -inviernos largos y fríos y veranos cortos y calurosos con una gran amplitud térmica entre el día y la noche. La altitud es otro punto en común ya que la totalidad de las parcelas de Quinta San Diego se encuentran a una altitud de entre 740 y 780 metros sobre el nivel del mar.

En lo que respecta los suelos que se encuentran en esta parte de la meseta, se componen principalmente de arena, arcilla, canto rodado y dependiendo de la zona, algunas vetas de caliza. Estos elementos se entremezclan en distintas proporciones aportando a cada parcela y a sus mostos una personalidad única.

Con el fin de preservar y fomentar estas diferencias como la biodiversidad existente en cada una de nuestras parcelas, practicamos desde nuestros comienzos una viticultura sostenible (ecológica certificada desde 2010) y de precisión. Cada parcela se trabaja de forma independiente adaptando las tareas a sus respectivas necesidades, antes de vendimiar manualmente y de fermentar espontáneamente cada una de estas parcelas por separado.

El respeto de la personalidad de cada parcela a lo largo de la vinificación es la base del assemblage que tanto caracteriza nuestros vinos.

El vino es el fiel reflejo del paisaje, del clima, de la historia y cultura de un pueblo.